Ensayos Teología

1-2 Tesalonicenses – ¿Qué enseñó Pablo acerca de la escatología y cómo debía cambiar las vidas de los Tesalonicenses?

El apóstol Pablo enseñó acerca de la escatología todo lo necesario para que la iglesia viviera en concordancia con el evangelio y protegida de cualquier doctrina extraña que los apartara de Cristo. En ambas cartas, el tema relevante tiene que ver con los asuntos acerca del fin, siendo la primera carta una exposición sobre la seguridad de la segunda venida del Señor, mientras que la segunda carta aclara específicamente el día del Señor (o la tribulación). En ambos casos, las epístolas de Pablo tenían la intención de influir en sus convicciones, en su espera y en la conducta que debían tener mientras tanto.

La Esperanza en la Primera Epístola a los Tesalonicenses

En la primera epístola a los Tesalonicenses, el foco en los temas escatológicos está orientado a presentar esta doctrina para que los creyentes no fueran consumidos por sentimientos de tristeza o desesperanza a causa de los sufrimientos. Leemos en el capítulo 4:13:

“Tampoco queremos, hermanos, que ignoréis acerca de los que duermen, para que no os entristezcáis como los otros que no tienen esperanza.”

Claramente, el apóstol iba a introducir la doctrina escatológica con el fin de traer esperanza. Para la iglesia, conocer los eventos futuros traería convicción, confianza y seguridad.

La base de esta enseñanza se ancla en el hecho y la certeza de que la muerte y resurrección de Cristo son la garantía de que Dios resucitará a todos quienes hayan muerto confiando en el sacrificio de Jesús. La escritura misma lo manifiesta de la siguiente forma:

“Porque si creemos que Jesús murió y resucitó, así también traerá Dios con Jesús a los que durmieron en él.” (1 Ts. 4:14).

Lo que es cierto para el creyente (que Jesús murió y resucitó) es el argumento para confiar en que, en el futuro, cuando Cristo retorne, los creyentes que han muerto en la espera volverán a la vida de la misma manera en que Jesús lo hizo.

Detalles del Orden de los Eventos

La primera carta no solo enseña el argumento por el cual los creyentes no pueden dudar de que esto habrá de suceder, sino que también enseña detalles sobre el orden en que este gran evento sucederá. Pablo habla del orden de los eventos no como una idea o una mera especulación, sino con un sello autoritativo infalible:

“Os decimos esto en palabras del Señor.” (1 Ts. 4:15).

Exhorta de esta forma a la iglesia a descansar en la verdad. Los detalles dados por Pablo acerca de la resurrección de los muertos en la segunda venida del Señor debían servir como una fuente de esperanza en medio del dolor y como una base sólida para sus convicciones en el evangelio (1 Ts. 4:18).

La Conexión con la Segunda Epístola

La primera y la segunda carta se conectan por el tema del día del Señor o la tribulación. En la primera carta, Pablo da por sentado que la iglesia entiende sin dudas que el Señor volverá y lo hará de manera inesperada. El apóstol es enfático al decir:

“No tenéis necesidad, hermanos, de que yo os escriba, porque vosotros sabéis perfectamente que el día del Señor vendrá así como ladrón en la noche.” (1 Ts. 5:1-2).

No solo sabían con certeza que vendría, sino que también sabían que vendría inesperadamente.

Exhortación en la Segunda Epístola

La segunda carta es una exhortación a no olvidar que este suceso ocurrirá y que será, entre otras cosas, con propósito de juzgar y dar pago a los pecadores. En 2 Tesalonicenses 1, Pablo exhorta a los creyentes a mantenerse firmes y dignos según la fe a la que fueron llamados, con paciencia en medio de las persecuciones. En los versículos 7 al 10, el apóstol aclara de manera precisa que los pecadores:

“Cuando se manifieste el Señor Jesús desde el cielo con los ángeles de su poder.” (2 Ts. 1:7).

La manifestación no será apacible, sino en:

“Llama de fuego” (2 Ts. 1:8),

contra los que no conocieron a Dios ni obedecieron al evangelio. El castigo será ser eternamente excluidos de la presencia del Señor (2 Ts. 1:9). El día del Señor será el momento en que los santos le adorarán y los creyentes se admirarán por la obra del evangelio en sus vidas. La escatología de Pablo debía traer a los creyentes confianza, seguridad y esperanza.

Conclusión

En resumen, Pablo enseñó a los Tesalonicenses sobre la escatología con el propósito de fortalecer su fe, brindarles esperanza en medio de las dificultades y asegurarles de la verdad del retorno de Cristo. Esta enseñanza debía influir en su conducta diaria, manteniéndolos firmes en la fe y en la espera activa del Señor, viviendo vidas santas y dedicadas al servicio de Dios.

Bibliografía

  • Benware, Paul N. Panorama del Nuevo Testamento. Editorial Portavoz, 1993.
  • Carson, D. A., & Moo, D. J. Una introducción al Nuevo Testamento. Editorial Clie, 2008.

Descubre más desde

Suscríbete ahora para seguir leyendo y obtener acceso al archivo completo.

Seguir leyendo