Efesios, Filipenses, Colosenses, y Filemón – Describe las conexiones entre las doctrinas que Pablo enseñó y la conducta que exigió
En una mirada general a las epístolas de Efesios, Filipenses, Colosenses y Filemón, el hilo conductor es evidentemente la preocupación de Pablo por la iglesia, para que esta tenga plena claridad de lo que ha sucedido al nacer en la fe de Jesucristo y las implicaciones prácticas que esto tiene en la vida. Otra observación general sobre estas epístolas es que mientras que Efesios y Colosenses tienen un énfasis doctrinal, Filipenses y Filemón son altamente personales y menos estructuradas.
Efesios: Doctrina y Conducta
En Efesios, Pablo enseña la posición del creyente en Cristo (Ef. 1-3) y luego exhorta a una conducta a la altura de esa posición (Ef. 4-6). El apóstol es muy preciso en los aspectos doctrinales que tienen que ver con la elección, exponiendo que el creyente ha sido escogido por Dios antes de la fundación del mundo (Ef. 1:4), adoptado como hijo (Ef. 1:5), y que nuestra redención y perdón de pecados han sido posibles por el sacrificio de Cristo (Ef. 1:7). La implicancia final es que el creyente es sellado (seguro) por la presencia del Espíritu Santo (Ef. 1:13).
La gracia es otra de las enseñanzas centrales en Efesios, afirmando que la misericordia de Dios y su amor han sido grandes al darnos vida en Cristo, lo que no es otra cosa sino gracia de parte de Dios (Ef. 2:5). Además, Pablo destaca la reconciliación por medio de la cruz (Ef. 2:12-13), mostrando cómo el sacrificio de Cristo nos ha acercado al Padre.
Pablo deja enseñanzas claras respecto de la vida personal del creyente, la vida en la iglesia y las relaciones sociales (Ef. 4-6). En cuanto a la iglesia, hace un firme llamado a la unidad (Ef. 4:1), apuntando a la diferencia que debe haber entre un creyente y un gentil (Ef. 4:17), en su forma de hablar (Ef. 4:29; 5:4), y en las relaciones según el diseño de Dios (Ef. 5:21-6:9).
Colosenses: La Preeminencia de Cristo
En Colosenses, Pablo enseña sobre la adopción (Col. 1:12) y enfatiza el perdón de pecados a través del sacrificio y derramamiento de la sangre de Jesús (Col. 1:14). La preeminencia de Cristo es central (Col. 2:9), mostrando su total deidad y autoridad. La reconciliación también es un tema destacado, afirmando que el creyente es reconciliado con Dios por el sacrificio de Cristo (Col. 1:21-23).
La vida y conducta del creyente son abordadas en Colosenses 3 y 4, donde Pablo contrasta la vida antigua con la nueva (Col. 3:1-17) y da instrucciones sobre la conducta en las relaciones (Col. 3:18-4:6).
Filipenses: Entrega y Gozo
En Filipenses, Pablo modela una vida de entrega y gozo por la causa del evangelio (Fil. 1:21). Manifiesta su profundo amor por los filipenses, poniendo a Dios como testigo (Fil. 1:8), y les anima a seguir su ejemplo a pesar de sus sufrimientos (Fil. 1:27-30). Les exhorta a ocuparse en su salvación con temor y temblor (Fil. 2:12), mostrándoles la importancia de vivir una vida digna del evangelio.
Filemón: Conducta Digna del Evangelio
En Filemón, Pablo expresa su amor al recordarlo continuamente en sus oraciones (Flm. 1:4) y le persuade a una conducta digna de la fe, confiando en su obediencia (Flm. 1:21). Esta carta, aunque breve, refleja la intención de Pablo de modelar el evangelio a través de sus relaciones personales y exhortar a Filemón a hacer lo mismo.
Conclusión
En resumen, las epístolas de Efesios, Filipenses, Colosenses y Filemón muestran cómo Pablo conecta las doctrinas que enseñó con la conducta que exigió. En Efesios y Colosenses, se enfatizan las doctrinas de la elección, adopción, redención y reconciliación, y se exhorta a los creyentes a vivir de acuerdo con estas verdades. En Filipenses y Filemón, Pablo modela una vida de entrega, amor y obediencia al evangelio, mostrando la importancia de una conducta que refleje la fe en Cristo.
Bibliografía
- Benware, Paul N. Panorama del Nuevo Testamento. Editorial Portavoz, 1993.
- Carson, D. A., & Moo, D. J. Una introducción al Nuevo Testamento. Editorial Clie, 2008.