¿El reino de Jesús es ahora, futuro, o ambos?
“¿Es el reino de Jesús una realidad presente o una promesa futura? La respuesta a esta pregunta no solo define nuestra comprensión teológica, sino que impacta cómo vivimos nuestra fe hoy.”
Introducción
En las Escrituras no vemos una enseñanza sistematizada respecto al reino de Jesús. Sin embargo, hay información revelada suficiente para entender que se trata de una idea de absoluta relevancia, importante y que mira al futuro en el plan redentor. Para comprender el reino de Jesús con precisión, no podemos partir en el Nuevo Testamento. Esto se debe a que toda alusión al reino en los tiempos de Jesús no fue una idea de esa época, sino que era parte de la historia y de la tradición religiosa del pueblo judío desde siglos antes de la encarnación de Cristo. La idea del reino no era desconocida y fue interpretada por los profetas, por Jesús y más tarde por los discípulos como un evento que se consumaría en el futuro.
El Reino en el Antiguo Testamento
La profecía de Daniel capítulo 2 nos pone en contexto con la idea del reino de Dios que entendían los judíos. Este capítulo es una amplificación de lo que Dios haría con el linaje de David en 2 Samuel 7:12, pues aquí Daniel está describiendo el poder y el impacto que este reino tendrá en la historia de la humanidad. Daniel describe cuatro reinos que dominarían la historia, cada uno de ellos con grados decrecientes de fuerza. Pero al llegar al verso 44, la profecía dice:
“Y en los días de estos reyes el Dios del cielo levantará un reino que no será jamás destruido, ni será el reino dejado a otro pueblo; desmenuzará y consumirá a todos estos reinos, pero él permanecerá para siempre.” (Daniel 2:44).
Este es el reino que entendían y esperaban los judíos, un reino futuro que no sería destruido, no sería conquistado por nadie, eliminaría a los otros reinos y su duración no tendría fin.
El Reino en el Ministerio de Jesús y los Evangelios
Con lo anterior en mente, observa cómo al llegar a los días de Juan el Bautista, él introduce al Mesías diciendo: “Arrepentíos, porque el reino de los cielos se ha acercado” (Mateo 3:2). El reino se ha acercado, pero aún no se establece según lo describe Daniel. Otro dato a considerar es que la dedicación de Jesús en su ministerio en la tierra fue proclamar, ofrecer y anunciar el reino de Dios (Mateo 4:14; Marcos 1:14-15; Mateo 4:23). El reino se ha acercado, viene, debe ser buscado; todas ideas futuras, en la misma línea que Daniel y Juan el Bautista. Finalmente, los discípulos son enviados por Jesús a evangelizar con el mismo mensaje: “El reino de los cielos se ha acercado” (Mateo 10:7; Lucas 10:9, 11).
El Reino: Presente y Futuro
Resumiendo, sabemos que la idea del reino era un asunto conocido para los judíos, registrado en las Escrituras del Antiguo Testamento como un evento futuro e inconfundible. Tanto Juan el Bautista, Jesús y los discípulos describieron el reino como un evento en desarrollo. Todos ellos lo anunciaron, proclamaron y ofrecieron a través del arrepentimiento y la fe. Otro elemento que nos enseñan estos pasajes es que el reino será evidentemente reconocido por un gobierno total y perfecto bajo la autoridad del Mesías. Esto no ocurrió en los tiempos del Antiguo Testamento, no fue así en los tiempos de Jesús y sus apóstoles, y no ha sido así en el resto de la historia hasta nuestros días.
Conclusión
Por tanto, podemos afirmar que el reino de Jesús es futuro. Las Escrituras enseñan, anuncian y ofrecen acceso a este reino. Hay una serie de pasajes clave como Daniel 2 y los evangelios que iluminan esta doctrina. La anticipación de este reino impacta cómo vivimos nuestra fe hoy, sabiendo que esperamos un gobierno perfecto y eterno bajo la autoridad de Cristo.