¿Cuál es el trabajo de los ángeles no caídos?
¿Alguna vez te has preguntado qué hacen los ángeles no caídos mientras nosotros vivimos nuestras vidas cotidianas? La respuesta puede sorprenderte y desafiar tus ideas preconcebidas sobre estos seres espirituales.
La naturaleza del trabajo de los ángeles no caídos
Lo primero que se puede deducir es que los ángeles no caídos deben estar dedicados a un trabajo bueno y santo, porque de otra manera no podríamos explicar que ángeles que se mantuvieron fieles a Dios estén ejecutando tareas distintas a sus propósitos. Erickson comenta en su teología sistemática que estos seres espirituales siempre que aparecen nos ayudan a saber «más sobre Dios, sobre lo que hace y cómo lo hace»1. Horton agrega que hablar de los ángeles es difícil por tratarse de un tema incidental y no central en las Escrituras, pero que es muy evidente que todo lo que hace referencia a estos seres espirituales tiene un claro enfoque en Dios y en Cristo2. Calvino lo expresa de la siguiente manera: «los ángeles son espíritus celestiales, cuya obediencia y ministerio Dios emplea para ejecutar todos los propósitos que ha decretado»3. Y Grudem a mi entender resume de manera sucinta y equilibrada la actividad de los ángeles al decir: «Los ángeles muestran la grandeza del amor de Dios y su plan para nosotros»4.
Categorías del trabajo de los ángeles no caídos
Ahora bien, para comprender de manera más específica el trabajo de los ángeles podemos ayudarnos de la categorización general que hace Pearlman y luego profundizar en algunas de sus actividades; en su teología sistemática sugiere considerar a los ángeles en tres actividades: 1) como agentes de Dios ejecutando sus juicios y decretos en su creación y para con los hombres (Gn. 3:24; Nm. 22:22-27; Mt. 13:39, 41, 49; 16:2; 24:31; Mr. 13:27; Gn. 19:1; 2 S. 24:16; 2 R. 19:35; Hch. 12:23). 2) Como mensajeros de Dios; siendo portadores de anuncios, advertencias, indicaciones precisas o instrucción, llevando palabras de aliento y entregando revelación a los hombres (Lc. 1:11–20; Mt. 1:20; Mt. 2:13; He. 2:2; Mt. 28:2–6; Hch. 10:3; Dn. 4:13–17; Hch. 27:23; Gn. 28:12; Hch. 7:53; Gá. 3:19; He. 2:2; Dn. 9:21–27; Ap. 1:1). Y 3) como siervos de Dios; al servir a los herederos de la salvación, al sostener y confortar y para interceder (He. 1:14; Mt. 4:11; Lc. 22:43; 1 R. 19:5; Gn. 16:7; 24:7, Ex. 23:20; Ap. 7:1; Nm. 20:16; Sal. 34:7; 91:11; Is. 63:9; Dn. 6:22; Gn. 48:16; Mt. 26:53; Zac. 1:12; Ap. 8:3, 4) 5. Otra forma de comprender el trabajo de los ángeles es reconociendo con quienes interactúan; en este sentido la enumeración que hacen MacArthur y Mayhue nos muestra que los ángeles sirven y adoran a Dios (Job 38:7), ministran a Cristo (Lc. 1:28-28), ministran a los creyentes (He. 1:14), se involucran con la iglesia (1 Co. 4:9), interactúan con los incrédulos (Ap. 14:6-7) y son mensajeros de Dios a las naciones (Dn. 10:21) 6.
Advertencias sobre los ángeles
Estas acciones no pretenden ser una lista acabada de las tareas de los ángeles, pero sirven para hacernos una idea de la forma en que ellos están actuando en el plan redentor, sin embargo, será saludable también considerar cuidarnos de los excesos en cuanto al conocimiento o la teología a cerca de los ángeles. Los ángeles son sobrenaturales pero no son deidades, son fuertes pero no son todo poderosos, sabios pero no omniscientes; así que las advertencias contra la adoración y búsqueda de los ángeles y de los errores como la idea de un ángel guardián. La tarea de los ángeles es ser «buenos siervos»7.
Bibliografía
Erickson, Millard J. Teología sistemática. Segunda Edición, Colección Teológica Contemporánea (Barcelona: Clie, 2008), 455.
Stanley M. Horton, Teología sistemática: Una perspectiva pentecostal (Miami, FL: Vida, 1996), 179.
Juan Calvino, Institución de la religión cristiana, vol. I-III (Bellingham, WA: Tesoro Bíblico, 2020), 5.
Wayne Grudem, Teología Sistemática: Una introducción a la doctrina bíblica (Miami: Vida, 2007), 420.
Myer Pearlman, Teología Bíblica y Sistemática (Miami, FL: Editorial Vida, 1992), 61.
John MacArthur y Richard Mayhue, Teología Sistemática: Un estudio profundo de la doctrina bíblica (Grand Rapids, MI: Portavoz, 2018), 690-691.
Charles Caldwell Ryrie, Teología básica (Miami: Editorial Unilit, 2003), 149.