Mateo: ¿Qué le pasó al reino mesiánico?
En el evangelio de Mateo, el reino mesiánico se revela en un flujo que va desde su vinculación con toda la enseñanza del Antiguo Testamento hasta la promesa del milenio con la segunda venida de Jesús. Mateo, junto con presentar a Jesús como el Mesías prometido y Rey de los Judíos, también nos muestra cómo el reino es:
- Introducido a través de la confirmación de las profecías del Antiguo Testamento.
- Presentado a través de la figura de su Rey.
- Descrito a través de la constitución dictada por su Rey.
- Prefigurado a través de las obras del Rey.
- Rechazado por la respuesta de los hombres.
- Preservado al cuidado de la iglesia hasta que Jesús regrese para establecerlo de manera definitiva.
Introducción del Reino Mesiánico
El reino del Mesías es introducido a través de las profecías citadas en Mateo. Por ejemplo:
- La indicación del lugar de nacimiento del Mesías en Mateo 2:5 (Miqueas 5:2).
- La afirmación de confianza que hace a Juan el Bautista en Mateo 11:1-7 (Isaías 29:18-19).
- El uso de parábolas en Mateo 13:35 (Salmos 78:2).
- La entrada triunfal en Mateo 21:1-5, alineada con la profecía de Zacarías 9:9.
Presentación del Rey
El reino es introducido y presentado a través de la figura de su Rey. Esto se evidencia claramente en la predicación y testimonio de Juan el Bautista, quien abre su ministerio indicando: «… porque el reino de los cielos se ha acercado» (Mateo 3:2). Juan apunta a Jesús, diciendo: «pero el que viene tras mí, cuyo calzado yo no soy digno de llevar, es más poderoso que yo; él os bautizará con Espíritu Santo y fuego» (Mateo 3:11). Esta declaración concluye con la confirmación de Jesús como el Rey durante su bautismo por Juan, donde el Espíritu Santo desciende sobre Él.
Descripción del Reino
Mateo nos abre camino para oír la más espléndida descripción de lo que se espera de los súbditos del reino de Dios en el Sermón del Monte (Mateo 5). Esta enseñanza, dada por el mismo Rey, establece un estándar para los ciudadanos del reino y destaca la perfección y plenitud que disfrutan bajo este reinado.
Prefiguración del Reino
El evangelio de Mateo también prefigura la gloria del reino mesiánico a través de los múltiples milagros de Jesús. Estos milagros respaldan las declaraciones mesiánicas de Jesús y muestran que su reino es de salud, vida y sin la presencia del mal. Algunos ejemplos incluyen:
- La multiplicación de los panes (Mateo 14:13-21).
- Caminar sobre las aguas (Mateo 14:22-27).
- Calmar la tempestad (Mateo 8:23-27).
- Sanar a un leproso (Mateo 8:1-4).
- Echar fuera demonios (Mateo 17:14-21).
Los milagros de Jesús no son hechos aislados o simples manifestaciones de poder; muestran la autoridad del Rey y evidencian que estos males no son parte de su reino.
Rechazo del Reino
En Mateo vemos cómo el reino es rechazado. Primero, por las múltiples actitudes de sospecha y cuestionamientos sobre Jesús, y luego, dramáticamente, por la vinculación de Jesús con la obra de Satanás en Mateo 12:24.
Preservación del Reino
El reino mesiánico ahora está vinculado con la iglesia para ser preservado (Mateo 28:16-20). Como afirma D. A. Carson:
“…este reino mesiánico continúa en el mundo en tanto que los creyentes, tanto judíos como gentiles, se someten a la autoridad de Jesús, vencen la tentación, soportan la persecución, abrazan la enseñanza de Jesús y la ponen en práctica, y demuestran así que son el verdadero pueblo de Dios y el verdadero testimonio del ‘Evangelio del reino’; y que este reino mesiánico no solo es el cumplimiento de la esperanza veterotestamentaria, sino el anticipo de la consumación del reino, que tendrá lugar cuando Jesús el Mesías regrese.”
Bibliografía
- Benware, Paul N. Panorama del Nuevo Testamento. Editorial Portavoz, 1993.
- Carson, D. A., & Moo, D. J. Una introducción al Nuevo Testamento. Editorial Clie, 2008.