Reseña crítica de “El reinará por siempre” de J. Michael Vlach
¿Es posible que una comprensión adecuada del reino de Dios transforme nuestra perspectiva sobre la obra redentora de Cristo? En “El reinará por siempre: Una teología bíblica del reino de Dios”, J. Michael Vlach ofrece una exposición clara y completa del esquema escatológico del reino de Dios en el premilenialismo, brindando una herramienta invaluable para pastores, teólogos y creyentes en general.
Reseña:
Vlach, J. Michael. El reinará por siempre: Una teología bíblica del reino de Dios. Oregon: Kerigma, 2020. 467 pp. $30.00. ISBN: 978-1-948589-44-8. Evaluado por Ricardo Cerda.
J. Michael Vlach es profesor de teología en el Master’s Seminary en Sun Valley, California, y editor de The Master’s Seminary Journal. Es doctor en Teología Sistemática del Southeastern Baptist Theological Seminary en Wake Forest, Carolina del Norte, especializándose en las áreas de teología sistemática y filosofía.
Análisis del Libro:
Esta obra es una clara y completa exposición del esquema escatológico del reino de Dios en el premilenialismo. En este libro, el profesor Vlach presenta una teología bíblica del reino, y aunque lo hace en un tono cordial, la cantidad de pasajes que examina y la contundencia en la exégesis confronta al lector hacia la idea de una nueva perspectiva creacionista del reino. Es una obra emocionante porque el entusiasmo del autor se percibe desde las primeras páginas. Es alentadora porque guía al lector de manera sencilla en asuntos profundos. Es memorable porque la estructura del libro, sus secciones y el flujo de ideas ofrecen una mirada completa de la obra redentora.
El propósito de este libro es contribuir con una perspectiva adecuada de lo que el autor considera una teología bíblica del reino escatológico en las Escrituras. El profesor Vlach se refiere a su obra como un “estudio” (p. 22), y los destinatarios son los creyentes en general, ya que hay muchas notas y reflexiones devocionales que animan al lector a guardar la esperanza y desear la llegada del reino. A través de estas 467 páginas, el autor plantea la necesidad de una comprensión holística del reino de Dios, no solo porque trata el tema desde Génesis hasta Apocalipsis, sino porque está convencido de que el reino que esperamos incluye todas las esferas de la vida afectadas por el pecado y aquellas del ámbito espiritual que no vemos. En palabras del profesor Vlach, “el reino es vida y vida en abundancia” (p. 16).
La obra se divide en dos grandes secciones: una expone pasajes del Antiguo Testamento y la otra del Nuevo Testamento en relación con el programa del reino. Vlach persigue el objetivo de armonizar exhaustivamente todos los pasajes relacionados con el reino. Afirma que esta perspectiva muestra con mayor definición que la doctrina del reino se desarrolla a lo largo de todo el canon de las Escrituras y que muchos pasajes arrojan luz para la edificación de la iglesia. La propuesta del autor es el reconocimiento y aceptación de una escatología bajo el modelo creacionista por sobre el modelo de visión espiritual. A lo largo del libro, mostrará que el reino de Dios antes del estado eterno final tiene como objetivo la restauración de todas las cosas, pues “no hay dualismo entre las bendiciones físicas y las espirituales” (p. 149) y esto implica hacer una diferencia entre Israel y la Iglesia.
El material que cubre esta obra es amplio en cantidad y profundidad. Analiza versículos clave, pasajes, profecías, pactos, épocas y eventos particulares de la historia. Aborda pasajes triviales y difíciles; expone el reino en las parábolas, en la enseñanza de Jesús, en su relación con la iglesia y en la enseñanza apostólica, para terminar uniendo todas las escenas en un programa escatológico que culmina la obra redentora en perfecta paz entre Dios y su pueblo porque “la plena presencia de Dios está entre su pueblo junto con el árbol de la vida y el río de la vida” (p. 366).
Uno de los aspectos que resaltan en esta obra es que está escrita en un lenguaje sencillo y fácil de leer, lo cual es destacable considerando la consistencia del contenido con las Escrituras. Esto se aprecia en la prolijidad con la que Vlach construye la teología bíblica del reino sin un tono meramente académico, sino más bien fascinante, como cuando resume la manera en que Dios está tratando con la humanidad desde los profetas hasta Apocalipsis (p. 46).
El apego del autor a las Escrituras permite apreciar otro tipo de elementos de esta obra, como la coherencia hermenéutica. A medida que el lector se adentra en el flujo de las ideas, resalta el tratamiento hermenéutico de los pasajes, aplicando consistentemente una hermenéutica histórico-gramatical a géneros narrativos, proféticos y epistolares. Por ejemplo, al explicar las condiciones del reino en pasajes como Isaías 34-35 y Mateo 11 (p. 135).
Otro aspecto digno de resaltar es el nivel de detalle junto con el tono en el que se presenta. No estamos en presencia de un autor que se jacta, sino de un hermano que comparte lo que ha visto y le ha sido iluminado por el Espíritu Santo para la edificación de la iglesia. Las citas, notas al pie y bibliografía son suficientes para extender por mucho tiempo más el estudio del tema. Aunque el autor podría haber terminado con una nota absolutista en su postura, exhibe un carácter piadoso al contribuir al gozo por la venida del reino, el aprecio por la santificación y la motivación por la evangelización ante la venida del Rey (p. 448).
Conclusión:
“El reinará por siempre” es una obra relevante, exhaustiva, clara y altamente útil para todo creyente. Es una excelente exposición del dispensacionalismo premilenialista y una valiosa fuente de teología bíblica aplicada a través de una hermenéutica literal-histórico-gramatical. Esta obra no solo informa, sino que inspira y desafía a los lectores a vivir con una perspectiva renovada sobre el reino de Dios y su impacto en nuestras vidas presentes y futuras.