Ensayos Teología

1-2 Timoteo y Tito – ¿Qué lecciones puede aprender un pastor de las epístolas pastorales?

Las epístolas pastorales (1 y 2 Timoteo, y Tito) son el compendio más completo que un pastor pudiera tener para ser instruido en su tarea, en su autoridad como ministro (1 Ti. 5:21), y en las responsabilidades ministeriales que esta autoridad trae consigo (1 Ti. 2). Primera a Timoteo y Tito pueden ser vistas como un manual para aprender los diversos asuntos que deben ocupar al pastor en su rol de ministro, así como en los aspectos administrativos y de orden (Tit. 1, 2). Todo esto con el fin de que la iglesia sea agradable al Señor y fiel al propósito para el cual fue diseñada e instituida en el mundo. Por su parte, la segunda epístola a Timoteo es un aliento a la tarea ministerial, destacando la necesidad de guardar la sana doctrina del evangelio y cuidar a la iglesia, sin perder de vista la tarea del ministerio (2 Ti. 4:1).

Autoridad y Llamado Ministerial

Estas epístolas son un material indispensable para todo ministro, motivadas por un sentimiento de colaboración y ayuda a la labor ministerial de los pastores y obispos. En estas cartas se puede encontrar enseñanza sobre la autoridad en el llamado ministerial. Cuando Pablo exhorta a Timoteo a ejercer su ministerio, lo hace enfatizando la manera en que fue llamado:

“Este mandamiento, hijo Timoteo, te encargo, para que conforme a las profecías que se hicieron antes en cuanto a ti, milites por ellas la buena milicia.” (1 Ti. 1:18).

De manera similar, exhorta a Tito en cuanto a su autoridad ministerial:

“Esto habla, y exhorta y reprende con toda autoridad. Nadie te menosprecie.” (Tit. 2:15).

Según la enseñanza de Pablo, el ministro debe comprender y ejercer su tarea con autoridad.

Responsabilidades y Enseñanzas

Luego de establecer la autoridad del ministro del evangelio, el apóstol derrama una gran cantidad de tinta para enumerar distintas responsabilidades y enseñanzas que deben guiar la vida del ministro y el comportamiento de la iglesia (1 Ti. 2). El público objetivo es claro: la figura del ministro (1 Ti. 5:21; Tit. 1:5). Las lecciones abarcan cómo organizar la iglesia, palabras de aliento para perseverar en la sana enseñanza de las doctrinas de la fe, palabras de ánimo para defender a la iglesia refutando a los falsos maestros, y solemnes advertencias para guardar la sana doctrina en medio de una generación que atacará intencionalmente el evangelio.

Organización y Liderazgo en la Iglesia

Pablo exhorta a Timoteo a organizar la iglesia en torno a la oración encabezada por los hombres (1 Ti. 2:1) y enseña cómo debe ser el comportamiento de la mujer en la iglesia (1 Ti. 2:9-15). Otro asunto central es la organización del liderazgo de la iglesia, estableciendo requisitos y la manera de reconocer el llamado y probar su pertinencia (1 Ti. 3; Tit. 1:5-16).

Carácter del Ministro

Pablo también pone foco en el carácter de un ministro fiel, exhortando a los ministros a un autoexamen. La enseñanza de Pablo establece de manera clara cómo medir el éxito ministerial: la fidelidad a la palabra. Dice:

“Si esto enseñas a los hermanos, serás buen ministro de Jesucristo.” (1 Ti. 4:6; Tit. 2).

Deberes del Ministro

El apóstol enseña en estas epístolas sobre los deberes del ministro para con los demás: ancianos, jóvenes y viudas (1 Ti. 5). De alguna manera, introduce una sección de exhortaciones sobre la piedad y la integridad de un buen ministro del evangelio. El esfuerzo, el trabajo duro y la abnegación son las enseñanzas de esta sección, como vemos en 2 Timoteo 2:

“Esfuérzate en la gracia” (2 Ti. 2:1),

“Lucha y trabaja” (2 Ti. 2:5-6),

“Procura con diligencia” (2 Ti. 2:15),

“Te encarezco delante de Dios… que prediques la palabra” (2 Ti. 4:1-2),

y finalmente, un llamado a la sobriedad y al padecimiento piadoso:

“Pero tú, sé sobrio en todo, soporta las aflicciones, haz obra de evangelista, cumple tu ministerio.” (2 Ti. 4:5).

Conclusión

En resumen, las epístolas pastorales (1 y 2 Timoteo, y Tito) ofrecen un compendio valioso de lecciones para los pastores. Desde la autoridad y el llamado ministerial, hasta las responsabilidades y enseñanzas, Pablo proporciona una guía integral para el ministerio pastoral. Estas epístolas son esenciales para cualquier ministro que desee ser fiel a su llamado y servir a la iglesia de manera efectiva y piadosa.

Bibliografía

  • Benware, Paul N. Panorama del Nuevo Testamento. Editorial Portavoz, 1993.
  • Carson, D. A., & Moo, D. J. Una introducción al Nuevo Testamento. Editorial Clie, 2008.

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