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¿Cuándo dejas de ser un ladrón según la Biblia?


¿Alguna vez has pensado que dejar de hacer algo malo es suficiente para cambiar? En nuestra sociedad, consideramos que un ladrón está rehabilitado cuando simplemente deja de robar, cuando el politico deja el cargo o cuando el empresario paga la fianza. Pero, ¿es eso todo? La Biblia te desafía a ver la transformación desde una perspectiva completamente diferente. No es solo dejar de hurtar, sino empezar a trabajar honradamente y, lo más importante, volverse generoso con aquellos que necesitan. Este proceso no es solo un cambio de acciones, sino una renovación del corazón y la mente. ¿Estás listo para descubrir el verdadero camino de transformación que va más allá de lo que la sociedad espera?

El Estándar Social vs. El Estándar Bíblico

La percepción común en la sociedad es que un ladrón deja de serlo cuando ya no roba. Esta visión se centra en la eliminación de la conducta negativa sin considerar la adopción de una conducta positiva y proactiva. En contraste, la enseñanza bíblica, como se expresa en Efesios 4:28-30, destaca un proceso de cambio más profundo y completo. El versículo dice:

“El que hurtaba, no hurte más, sino trabaje, haciendo con sus manos lo que es bueno, para que tenga qué compartir con el que padece necesidad.”

Este pasaje desglosa el proceso de transformación en tres fases: Dejar, Renovar y Tomar.

Dejar: “El que hurtaba, no hurte más”

El primer paso en el proceso de transformación es abandonar la conducta pecaminosa. Este es el estándar que la sociedad a menudo considera suficiente. Dejar de robar es un paso crucial, pero es solo el comienzo del cambio desde una perspectiva bíblica. Es un acto de arrepentimiento que implica reconocer el pecado y tomar la decisión de abandonarlo.

Renovar: “Haciendo con tus manos lo que es bueno”

El siguiente paso es la renovación, que implica no solo dejar de hacer lo malo, sino comenzar a hacer lo bueno. Este proceso de renovación es esencial para llenar el vacío dejado por el pecado. Trabajar y producir algo útil es una parte clave de esta renovación. Es un cambio de enfoque, donde las manos que una vez robaron ahora trabajan honestamente, mostrando una transformación en tu carácter y ética.

Tomar: “Para que tengas qué dar al que padece necesidad”

Finalmente, el cambio completo se manifiesta en la capacidad y disposición para dar. La Biblia no solo te llama a dejar el pecado y hacer el bien, sino también a ser generoso y considerar las necesidades de los demás. Este acto de dar es la prueba definitiva de que ha habido una transformación completa. No solo has dejado de robar y has comenzado a trabajar honestamente, sino que ahora usas tus recursos para bendecir a otros, mostrando una verdadera conversión y cambio de corazón.

Ejemplo de Cambio Incompleto: Judas Iscariote

Para ilustrar la importancia del proceso de transformación completa según Efesios 4:28, consideremos el ejemplo de Judas Iscariote. Judas, uno de los doce discípulos de Jesús, es conocido por su traición. Aunque estaba cerca de Jesús y participaba en Su ministerio, su cambio no siguió el patrón bíblico.

Judas fue responsable de la bolsa de dinero y, en varias ocasiones, robó de ella (Juan 12:6). Aunque tenía la oportunidad de arrepentirse y cambiar sus caminos, no lo hizo. No dejó de robar, no renovó su mente ni sus acciones, y ciertamente no llegó al punto de dar generosamente. Su historia es una advertencia sobre la necesidad de una transformación completa y genuina. La falta de un cambio verdadero en su corazón resultó en su traición a Jesús por treinta piezas de plata (Mateo 26:14-16), lo que culminó en su trágico final (Mateo 27:3-5).

La Enseñanza Bíblica y Su Aplicación

El enfoque bíblico de la transformación es integral y profundo. No se conforma con la mera ausencia de pecado, sino que exige una vida de acciones positivas y piadosas. Esta enseñanza puede influir profundamente en tu vida como creyente hoy en día. Te desafía a mirar más allá de la mera abstención de pecado y a buscar una vida activa en buenas obras y generosidad.

La Biblia enseña que cualquier cambio en un creyente debe ser para la gloria de Dios. En 1 Corintios 10:31 se nos instruye: “Ya sea que coman o beban o hagan cualquier otra cosa, háganlo todo para la gloria de Dios”. Esto significa que cualquier otra dirección del cambio es pecaminosa porque no cumple con el propósito último de exaltar a Dios. Además, en Romanos 12:2 se nos anima a no conformarnos a este mundo, sino a ser transformados por la renovación de nuestra mente, para que podamos discernir cuál es la voluntad de Dios, buena, agradable y perfecta. La transformación verdadera, por lo tanto, no es solo moral o ética, sino profundamente espiritual y orientada hacia Dios.

El objetivo de este artículo es resaltar esta verdad bíblica y animarte a no conformarte con un estándar bajo de cambio. Al entender y aplicar el proceso de “Dejar, Renovar, Tomar”, puedes experimentar una transformación genuina y completa que glorifique a Dios y beneficie a los demás.


Conclusión

Al considerar el proceso de cambio presentado en Efesios 4:28-30, es evidente que la transformación verdadera va más allá de simplemente dejar de hacer lo malo. Es un llamado a adoptar un nuevo estilo de vida caracterizado por la honestidad, el trabajo diligente y la generosidad. Este es el estándar más alto y transformador que la Biblia te presenta y al que debes aspirar como creyente.

Referencias

  • Videira, Rubén. Exégesis en español.
  • Grudem, Wayne. Teología Sistemática.
  • Adams, Jay. Competent to Counsel.
  • Adams, Jay. The Christian Counselor’s Manual.
  • Adams, Jay. How to Help People Change.

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