Reseña crítica de “De parte de Dios y delante de Dios” de Sugel Michelén
¿Cómo podemos asegurarnos de que la predicación expositiva mantenga su relevancia y poder en la iglesia contemporánea? En “De parte de Dios y delante de Dios: Una guía teórica y práctica para predicar expositivamente”, el pastor Sugel Michelén nos ofrece una guía que aborda este desafío con claridad y profundidad, proporcionando una herramienta valiosa tanto para principiantes como para predicadores experimentados.
Reseña:
Michelén, Sugel. De parte de Dios y delante de Dios: Una guía teórica y práctica para predicar expositivamente. Nashville: B&H, 2016. 289 pp. $16.99. ISBN: 978-1-4336-9198-0. Evaluado por Ricardo Cerda.
Este libro es una guía concisa sobre la predicación expositiva, su importancia y su práctica. En esta obra, el pastor Sugel Michelén pone a disposición de la iglesia una herramienta introductoria que abarca desde los fundamentos teológicos hasta la mecánica de la preparación de sermones expositivos y consideraciones a la hora de predicar. Estamos frente a un libro serio, no necesariamente por la extensión de sus páginas o la profundidad con la que trata cada tema, sino por la solemnidad con la que aborda el tema. A la vez, es un recurso didáctico porque encamina al lector desde establecer los fundamentos hasta el ejercicio práctico de la preparación de sermones. Pero también es una propuesta desafiante, porque imprime un sentido de urgencia, presiona a quienes tienen el llamado y advierte a quienes desean tomar la posición de predicadores sin asegurarse de haber sido llamados. Sugel Michelén es pastor con más de 35 años de experiencia en la Iglesia Bíblica del Señor Jesucristo en República Dominicana. Es escritor y miembro del concilio de Coalición por el Evangelio.
Análisis del Libro:
Este libro busca contribuir e influir en los púlpitos latinoamericanos, fomentando el deseo por conocer y practicar la predicación expositiva. El contenido del libro ofrece los elementos esenciales de la predicación expositiva, en su fundamento bíblico, en la preparación y la exposición desde el púlpito. Los destinatarios de este material son principalmente quienes tienen el trabajo o el deseo de servir a la iglesia desde la predicación y enseñanza de las Escrituras, aunque el mismo autor extiende su alcance a todo miembro de la iglesia (p. 24). A través de estas 289 páginas, el autor busca empujar a los predicadores hacia el ejercicio de la predicación expositiva, manteniendo el equilibrio de no transformar la predicación en un medio en sí mismo y descansar en la obra del Espíritu Santo (p. 22).
El libro está organizado en tres partes, desde los fundamentos bíblicos de la predicación hasta los aspectos mecánicos o prácticos de la preparación y la exposición. De esta manera, el autor hace una sólida exposición de las razones que deben motivar a los predicadores a esforzarse por la predicación, introduciendo el tema con una pregunta desafiante: “¿Por qué insistir en seguir predicando la Palabra y esforzarnos por hacerlo cada vez mejor si el mundo no parece estar interesado en escuchar?” (p. 29). Esto abre paso a una contundente exposición del poder de la palabra de Dios, desde sus inicios en la creación hasta su preservación en las Escrituras, concluyendo que es la fuerza más poderosa del universo y que Dios nos ordena predicarla.
La segunda sección mueve al lector hacia el oficio de la predicación, la preparación de los sermones y la disposición al momento de predicarlos. Es una sección llena de ilustraciones y exhortaciones. Aquí el autor no solo define lo que es la predicación expositiva, sus diferencias con otros tipos de predicación y cómo encontrar un equilibrio en el tratamiento de los distintos tipos de literatura en la Biblia, sino que también describe cómo lucen esos mensajes predicados. El autor es claro al citar a John Stott: “El texto dicta y controla lo dicho” (p. 74), argumentando que la predicación expositiva debe ser una convicción más que un método. Anima y exhorta a los predicadores a no ser tímidos, pues aunque tengan limitaciones y pecados, la meta de la predicación es persuadir y no solo informar (p. 82).
La última parte se reserva para el trabajo en la preparación de sermones, donde el autor guía al lector en un proceso paso a paso con consejos, ilustraciones y ejemplos. Esta sección se puede considerar como un bosquejo de consulta, pues desarrolla todas las partes del proceso de preparación de un mensaje, desde la elección del texto, el estudio, cómo navegar por los asuntos exegéticos, la preparación de la introducción, la selección de ilustraciones y la conclusión. Es toda una guía acompañada de ejemplos de predicaciones reales.
Conclusión:
Este libro se destaca por su cuidado y apego a las Escrituras en sus definiciones y en el desarrollo de sus temas. Es una obra altamente edificante como recurso para la iglesia, profunda en el tratamiento del tema y memorable por su simpleza y claridad. Sin duda, quienes tengan el privilegio de leer este libro se verán enriquecidos e influidos de manera positiva, recogiendo los frutos de la predicación expositiva y de la posición que cada predicador tiene al hablar de parte de Dios y delante de Dios.